Aquí están unos pensamientos sobre la manera en que un líder puede obtener ayuda para su propio bienestar por medio de la Biblia.
I. Deseo ferviente. 1 Pedro 2:2. Un niño tiene hambre natural por la leche. La leche tiene sabor, y le da la vida. Hay vida, salud, consentimiento y satisfacción en la leche. La Biblia ne es una medicina amarga, sino la comida espiritual la cual es más dulce que la miel.
II. Escudriñar con diligencia. Hechos 17:11. Los hermanos en Berea tenían tanto interés en la Palabra de Dios que cuando terminaban los cultos, ellos se iban a sus hogares y continuaban estudiando para confirmar en sus propios corazones la verdad de la Palabra de Dios predicada.
III. Dejad la Palabra de Dios crecer abundantemente en el corazón. Colosenses 3:16. La Biblia dice en San Mateo 12:et: “El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas.” Cuando hemos atesorado en el corazón los tesoros de la Palabra, entonces el Espíritu Santo en el momento inesperado puede traer a la memoria las cosas estudiadas. Aquí hay una aplicación hacia la inspiración. El Espíritu Santo puede ungirnos y darnos mucha libertad si hemos guardado su palabra en momentos de devoción personal.
IV. Estudiar con fidelidad. 2 Timoteo 2:15. Es uno de los principios de la pedagogía el que es posible enseñar con más facilidad ciertos datos, si somos fieles en mantener un horario de estudio, aunque sea de corto tiempo (estudiar más a menudo, en vez de estudiar mucho de una sola vez). Como dice en Isaías 28:10: “Un poquito allí, otro poquito allá”.
V. Meditar en la Palabra día y noche. Josué 1:8. La Palabra de Dios puede ser un escudo contra el diablo, una inspiración para animarnos, una promesa hacia la prosperidad y el éxito que queremos alcanzar en la obra del Señor.
VI. Deleitarse en la Palabra. Salmo 1:2. La Palabra de Dios puede saturar nuestra vida y llegar a ser una parte de nosotros como la comida natural, la cual se transforma y va hacia los huesos, sangre y carne. Juan 1:14 halando de Cristo dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.’ Así también la Palabra escrita puede ser masticada espiritualmente para darnos fuerza espiritual.
VII. Usar la Palabra constantemente como la buena armadura. Efesios 6:10-17. El líder o dirigente cristiano, tiene realmente tres enemigos que vencer: a sí mismo, el mundo, y el diablo. La Palabra de Dios es buena armadura para usar contra los tres.
Un dirigente debe siempre aprender a mantener las batallas y contiendas en una esfera exterior a su persona, y jamás permitir que su propia vida sea el terreno de combate. Guardando muy adentro la Palabra de Dios, podemos mantener la mente y el corazón con esmerado cuidado.
Podemos vencer nuestro segundo enemigo, el mundo, sumergiéndonos en el estudio de la Palabra de Dios, purificándonos en el lavamiento del agua por la Palabra. Contra nuestro tercer enemigo eterno, el diablo, podemos usar la Biblia como una espada de dos files, puesto que estamos en una guerra abierta y declarada. Al igual que Jesús venció al tentador tres veces, diciendo, “Escrito está,” de igual manera podemos usar la Palabra de Dios y ser más que conquistadores.