En el 1799, el famoso explorador y ciéntifico Prusiano, el Barón Von Humbolt, descubrió una droga potente llamada curare.
En una expedición en las selvas de Venezuela, él observó a un cazador Indio derrumbar a un enorme animal con una sóla flecha. Habían untado curare en la fleche. Curare es un veneno con dos propiedades extrañas, derivadas de algunas plantas de la selva.
Inyectada en la sangre, como solían hacer con los animales de caza, curare, era mortal. Inmovilizaba el cuerpo, atacando los órganos vitales, y causando la muerte casi instantáneamente.
Humboldt descubrió la segunda propiedad de curare en una forma más dramática. Poco tiempo después, enfermó y un curandero/hechicero nativo, le forzó a tomar un poco de curare bién diluído con agua. Humbolt estaba atterorizado, pensando que seguramente moriría, pero pronto se sorprendió al descubrir que después de tomar curare, se había aliviado. Además descubrió, que el tomar curare diluído, oralmente, podría tener valor medicinal positivo sin causar daño a los órganos vitales.
La clave de era como un ser humano lo ingería. Al ser inyectado directamente a la sangre, actuaba como veneno mortal, pero al ser ingerido oralmente, era un calmante y relajante de los músculos.
APLICACIÓN: El Cristianismo is muy parecido a curare. Su impacto depende principalmente, en la forma en el cuál es recibido. Muchas personas deciden tomarlo oralmente, diluirlo lo más possible para que no tenga efectos secundarios fuertes, y que los haga sentir mejor, pero ese no es el propósito del Cristianismo.
El propósito del Cristianismo es cambiarnos en nuevas criaturas en Cristo. Para que eso suceda, debemos morir a nuestra vida antigua y nacer de nuevo, cambiando nuestra vida antigua por una nueva. A aquellos que quieren una Cristiandad “segura” y que les cueste muy poco, les es difícil aceptar la muerte y el nuevo nacimiento. El Cristianismo verdadero no es seguro – te cuesta la vida. Le costó la vida al único y amado Hijo de Dios, y te costará a tí también.
Pablo escribió, : “He sido crucificado juntamente con Cristo y ya no vivo yo, más Cristo vive en mí.” (Gálatas: 2:20a).
No aceptes una version diluída del Cristianismo. No se puede tomar oralmente. Tiene que se inyectada.