Para los ciegos: Jesús es la luz.
Para el hambriento: Jesús es el pan.
Para el sediento: Jesús es la fuente.
Para los muertos: Jesús es la vida.
Por los enfermos: Jesús es la cura.
Para el prisionero: Jesús es la libertad.
Para los solitarios: Jesús es el compañero.
Para el mentiroso: Jesús es la verdad.
Para el viajero: Jesús es el camino.
Para el visitante: Jesús es la puerta.
Para los sabios: Jesús es la sabiduría.
Para la medicina: Jesús es el médico de Amor.
Para el acusado: Jesús es el abogado.
Para el abogado: Jesús es el juez.
Para el juez: Jesús es la justicia.
Para los cansados: Jesús es el alivio.
Para los temerosos: Jesús es el valor.
Para el agricultor: Jesús es el árbol que da fruto.
Para el constructor: Jesús es la piedra principal.
Para el jardinero: Jesús es la rosa de Sarón.
Para el florista: Jesús es el lirio de los valles.
Para el triste: Jesús es la alegría.
Para el lector: Jesús es la palabra.
Para los pobres: Jesús es el tesoro.
Para el pecador: Jesús es el perdón.
Para mí: ¡Jesús es TODO!